La verdad es que cuerpo y mente se mostraban claramente en modo off. Tantas carreras y viajes parece que nos pasan factura estos días. Apatía, pocas ganas de sufrir, pulso inusitadamente alto,... Las señales eran evidentes, pero olvidamos todo al ponernos nuestro dorsal. -"Media hora de esfuerzo y tendré unos días de vacaciones"-, me autoconvenzo.
Ya estamos en la salida. El calentamiento previo también me hace olvidar unas latosas molestias en el sóleo y el aquiles que me visitaron tras el viaje a Francia. Los primeros metros son de tensa espera, los favoritos se miran y me pongo en cabeza con la idea de trabajar un buen entreno. Poco dura mi ritmo, primer repecho y primer ataque del marroquí Akka. Con él se van los otros dos grandes favoritos: Gustavo Platas y Hurtado. No ha pasado ni un km de carrera y ya se me han escapado. No miro hacia atrás y sin saberlo marco el ritmo de un nutrido grupo de corredores.
Sigo a mi ritmo. No desespero. Les estoy aguantando la distancia. Cojo fuerzas mentales y trato de acercarme a ellos. En el km3 me uno al trío de cabeza. Cada km reviso mi SUUNTO, el pulso no baja de 180 mientras el foot pod nos muestra el ritmo siempre entre 3´10"-12". Metido en la protección del grupo el viaje se hace mucho más ameno. Cuando me estoy relamiento llega otro ataque. Hurtado cambia fuerte, demasiado fuerte para mi. Intento seguir con mi esfuerzo. El km5 supone 15´46" de trabajo.
Desde ese ecuador no tengo más compañía que mi sombra. Hacia atrás no quiero mirar, y hacia delante intento seguir ayudándome con alguna referencia visual. Ya no hay mucha historia. Sigo concentrándome en mi esfuerzo y en los datos de mi T6d.
Finalmente Hurtado gana con claridad con un gran segundo 5000m. Le sigue Platas tras cambiarle a Akka a falta de 800m. Un poco más tarde entro en 4ª posición con los deberes cumplidos. Buen entreno en estos bonitos 10350m de Noia. Firmando una muy grata sorpresa, Alberto Trillo entra en 6ª plaza corriendo a un gran nivel. En esos momentos, el dorsal y la adrenalina que conlleva, seguían tapando mi precario estado.
El cuerpo pedía descanso y esta semana tuvimos unos días de calma y desconexión antes de volver a la rutina. El cuerpo responde perfectamente y estamos otra vez en la buena onda. Mañana intentaremos volver a sortear esas molestias y poder disfrutar del Campeonato de Galicia de Triatlon en la playa de Riazor.
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