Hoy ya conocemos los caminos. Una hora antes de la salida, aparcamos al lado de boxes. Preparación del material. Preguntar por los recorridos. Escaso calentamiento... Estamos listos. La salida es más tranquila de lo habitual. Rápido nos escapamos de los golpes. Tras unos momentos nadando en paralelo, decido colocarme a la estela del ucraniano Kurochkin. Lejos de reducir mi fatiga, aumenta mi esfuerzo. Está tirando con fuerza. Por momentos temo perder su estela. Tras unos minutos de agonía, mi cuerpo asimila el ritmo. Acompaso respiración. Me relajo lo posible dentro de que nadamos rápido.
T1. Junto a nosotros aguanta el polaco Marcinek. Me doy cuenta cuando corremos hacia boxes. Ni una sola vez me ha tocado los pies. Los tres afrontamos los 40 kms de ciclismo. El polaco se esconde. Kurochkin y yo nos entendemos sin tener que mediar palabra. Discurren los kms. En el final del segundo giro, Kurochkin lanza un grito al polaco. Surge efecto, ahora trabajamos los tres. Vuelta tras vuelta, mis piernas comienzan a acusar el fuerte ritmo en el recorrido llano. Aprovecho la escasa subida para ponerme de pié sobre los pedales. Son segundos, pero me desentumezco.
Por detrás, Kazmierczak viene con fuerza. Él solo consigue cazarnos en el km 35. ¡Qué barbaro! Desde que somos cuarteto, el ritmo cae. Relevos de peseta mientras nos vigilamos. En cualquier momento atacan, pienso. Me agarro abajo. Preparo energías mentales para sufrir.
T2. Sin el esperado demarraje, iniciamos los cuatro los 10 kms finales. Salgo fuerte. En mi cogote, la respiración del ucraniano. Más fuerte. Quiero ganar esta primera batalla psicológica. No paro hasta que se quede. Aprieto. Y ahora sí dejo de escuchar sus pasos. Me centro en la referencia de la bicicleta que abre la carrera. A por ella.
El camino al borde del lago es precioso. Aunque ahora no puedo disfrutarlo mucho. Suplo las malas sensaciones con la adrenalina de liderar la carrera. En el km 7´5 veo que mi renta es suficiente. No me fío. Sigo lanzando mi zancada con el braceo... Hasta que veo la meta. Entonces respiro. Choco la mano con los espectadores... ¡Y levanto la cinta de meta! El ucraniano Kurochkin es segundo y el polaco Kazmierczak completa el podio de la Copa de Polonia de Triatlon Olímpico de Rawa Mazowiecka. Grandiosa manera de comenzar estas pequeñas vacaciones en Polonia.
1 comentarios:
GRANDES!!! sei de boa tinta o complicado que é competir en Polonia ante as súas múltiples distraccións. Se estás en Cravow, pásate polo centro comercial que non ten duda xDDD un abrazo!
Publicar un comentario