La meditación es mucho más que una estrategia de relajación.
Tiene el poder de moldear el cerebro y modificar la
expresión de los genes. Avalado por cientos de estudios científicos.
Básicamente tiene el poder de cambiar nuestra vida.
Como sociedad, invertimos mucho tiempo y energía en mejorar
nuestro cuerpo. Pero muy poco en mejorar nuestra mente.
Esta discrepancia puede ser costosa, no solo para nuestra
salud, sino para la satisfacción que obtenemos en la vida.
Para mí, meditar no es ni más ni menos que entrenar la
mente.
Aumentar la consciencia sobre todo lo que hacemos, lo que
sentimos y lo que queremos.
Vamos allá con 10 BENEFICIOS PARA TRIATLETAS de esta práctica
milenaria respaldada por la ciencia:
1) Mejora la concentración
Meditar regularmente mejora la capacidad de atención y
concentración. Algo clave durante los periodos de intensidad máxima durante las
competiciones, cuando hay que tomar decisiones cruciales en milésimas de
segundo.
2) Incrementa la HRV
La variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV) es uno de los
parámetros que más se están estudiando para el control de cargas de los
deportistas. Meditar aumenta la HRV y esa mejor recuperación permite entrenar
más.
3) Expande el umbral de dolor
La meditación hace que se reduzca la intensidad del dolor
percibido y la incomodidad frente a él. Se siente menos dolor y éste afecta
menos, lo cual aumenta el rendimiento.
4) Mejora la recuperación y el descanso
La meditación mejora la calidad del sueño sin necesidad de
ser un experto, lo que facilita al atleta las posibilidades de tener éxito.
5) Reduce el estrés
Un entrenamiento exigente o una competición generan en mayor
o menor medida un estrés que se suma al habitual del día a día. Meditar reduce
diferentes marcadores de estrés (como la reducción de la amígdala derecha basolateral)
facilitando el desempeño óptimo del atleta.
6) Potencia la resiliencia
Por un lado, meditar aporta perspectiva y ayuda a olvidar pensamientos
obsesivos como puede ser un fracaso deportivo. Por el otro, meditar mejora el estado
de ánimo y la motivación. Ambas circunstancias aumentan las capacidades del
deportista.
7) Reduce la ansiedad
Meditar aporta perspectiva y ayuda a reducir diferentes sufrimientos
psicológicos habituales como el agobio por el futuro, la lamentación por el
pasado, el miedo, el enfado, la culpa… La disminución de estos conflictos
internos facilita la relación que tenemos con nosotros mismos y con los demás.
8) Potencia el sistema inmunológico
Un deportista enfermo o lesionado debe detener o reducir su
práctica deportiva. La acción de meditar diariamente fortalece el sistema
inmunológico, disminuyendo el riesgo de sufrir enfermedades y facilitando la
continuidad del atleta.
9) Estabiliza las emociones
Los altibajos por los que pasa un deportista pueden afectar
a su rendimiento. La meditación rutinaria estabiliza las emociones de los
deportistas y facilita mayor conciencia sobre sus estados de ánimo.
Por encima de todo, la meditación ayuda a conocerse a uno
mismo. El conocimiento de las flaquezas y las fortalezas permite trabajar sobre
las primeras y potenciar las segundas, en función de las necesidades de cada deportista.
Estudios científicos sobre los que se basa la publicación:
Mejora la HRV: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21693507/
Mejora la concentración: https://www.pnas.org/doi/abs/10.1073/pnas.0707678104
Mitiga el dolor: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26257209/
Mejora el descanso y la recuperación: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18997439/
Reduce el estrés: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2840837/
Reduce la ansiedad, la depresión y los pensamientos
negativos: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21802619/
Mejora el sistema inmunológico: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(74)92596-3/fulltext
Reduce los niveles de inflamación: https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0062817
Mejora el estado de ánimo en meditadores novatos: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30153464/
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